Especificaciones de la espada katana Hanabira (花びら)
- Hecho a mano por nuestros artesanos expertos.
- Hoja de acero T10, afilada o sin afilar, a elección, con espiga completa.
- Bo-Hi (棒樋): ranura en la hoja.
- Vaina (Saya 鞘): madera lacada decorada con flores pintadas, con Kojiri y Koiguchi negros.
- Sageo (下げ緒): negro.
- Empuñadura (Tsuka 柄): piel sintética de raya blanca y madera.
- Tsuka-ITO (柄糸): negro trenzado en forma de rombos por encima de la empuñadura.
- Menuki (目貫): dragón dorado.
- Guarda (Tsuba 鍔): aleación negra decorada con baño de oro.
- Fuchi (縁): aleación negra decorada con baño de oro.
- Kashira (頭): aleación negra decorada con baño de oro.
- Habaki (鎺): latón cepillado.
Dimensiones
- Largo de la hoja: 71 cm
- Largo total con empuñadura: 103 cm
- Largo con funda: 105 cm
- Largo de empuñadura: 26,5 cm
- Espesor de la hoja: 0,7 cm
- Anchura de la hoja: 3,2 cm
- Peso: 1,25 kg
- Peso del envío: 1,55 kg
Accesorios
- Vaina: Incluido
- Soporte para katana: No incluido
Espada katana Hanabira: diseño y acabados
La espada katana Hanabira evoca la delicadeza efímera de los pétalos de flores que caen en primavera, símbolo de la frágil belleza y la renovación en la cultura japonesa. Este nombre captura la esencia misma de esta katana, que combina la gracia floral con la fuerza marcial. Los pétalos también representan la impermanencia de la vida, recordando a los samuráis lo precioso que es cada momento y la importancia de vivir con honor.
Su hoja de acero T10 tiene un acabado espejo que refleja elegantemente la luz, mientras que el bo-hi aligera la estructura y produce un característico silbido cuando se mueve. La guarda de aleación negra está adornada con un baño de oro, complementada con fuchi y kashira con acabados preciosos a juego. La empuñadura combina la textura rugosa de la piel de raya blanca sintética con un trenzado negro con patrón de diamantes, enmarcado por menuki que representan dragones dorados, símbolos de poder y sabiduría. La vaina de madera lacada está adornada con delicadas flores pintadas, que evocan un jardín japonés en plena floración, mientras que el sageo negro añade un toque de elegante sobriedad.




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